El horno de Nino: Galletas linzer

Hace unos meses (creo que fue en marzo), mientras hacía zapping, fui a dar con un programa de Canal Cocina en el que estaban haciendo galletas. En el 99,9% de los casos en el que veo dicho canal, nunca apunto la receta ni le hago caso más allá de la finalización del programa. Ese fue un día distinto.

La verdad es que la receta me pareció tan fácil y sencilla, que me animé a buscarla y hacerla. Cuando la encontré (y después de trastear por Internet), descubrí que el tipo de galleta que habían hecho ese día se llama "Linzer". Es decir, dos galletas formando un sandwich a la que a una de ellas le hemos hecho un agujero en el medio y las hemos rellenado con algún tipo de mermelada. Ahora os sonará raro pero cuando veáis las fotos, espero que lo entendáis mejor.

La primera vez que las hice, utilicé las cantidades que venían en la receta original pero no me convenció cómo me quedaron. Así pues, me dediqué a variar las cantidades y los ingredientes hasta dar con "la receta perfecta". Como creo que ya la tengo, la comparto con todos vosotros.

Ingredientes para 44 galletas (más o menos):

500 gramos de harina
250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo a temperatura ambiente
130 gramos de azúcar blanca
15 gramos de azúcar morena
1 cucharada de postre de pasta de vainilla

Lo primero que tenéis que hacer es mezclar la mantequilla con los 145 gramos de azúcar (la blanca y la morena). Una vez que esté todo bien mezclado, añadís el huevo y mezcláis hasta tener una pasta homogénea. Ahora es el momento de añadir la vainilla en pasta. Una vez que hayáis mezclado la vainilla, añadís poco a poco la harina.

Cuando tengáis la masa de las galletas hecha, tenéis que envolverla en film transparente y meterla a la nevera para que repose. Este punto no es necesario pero sí recomendable para que luego podáis trabajar mejor las galletas. Yo he probado a hacerlas con y sin reposar en la nevera y creo que quedan mejor si se deja reposar la masa. El tiempo mínimo de reposado que recomiendo es de 30 minutos. Por si os lo estáis preguntando, yo suelo dejarla de un día para otro (entre 10 y 12 horas).

Si habéis dejado reposar la masa entre 10 y 12 horas, sacarla de la nevera unos 30 minutos antes de cortar las galletas para que la masa coja algo de temperatura y la podáis trabajar.

Para cortar las galletas, sólo necesitáis espolvorear un poco de harina sobre vuestra superficie de trabajo y extenderla hasta que tenga el grosor que vosotros queráis.

En mi caso, me he ayudado del rodillo y regletas que tengo para extender fondant para extender la masa. El espesor de la galleta es de 4 milímetros.

Una vez extendida la masa, utilizamos el cortador de galletas. Si no tenéis un cortador especial, podéis usar un vaso y una boquilla para hacer los agujeros.

Cuando cortéis la tapa de arriba de la galleta (la que tiene el agujero), podéis hacer dos cosas. Lo que os sobra de masa utilizarlo para hacer más galletas u hornearla y así tenéis mini galletas con formas. Yo he hecho las dos cosas.

A la hora de hacer estas galletas sólo tenéis que tener cuidado en una cosa: hacer el mismo número de galletas con y sin agujero para que no se os quede ninguna desemparejada.

Cuando las vayáis a meter al horno, tenéis que tenerlo precalentado a 170ºC (la temperatura de horneado). Para hornear las galletas, yo pongo el horno con calor arriba y abajo a 170ºC durante 12-14 minutos (depende de cada horno) con la bandeja en la mitad del horno. ¡Ah!, que casi se me olvida. Poner papel de horno en la bandeja para que no se os peguen las galletas durante el horneado.

Una vez que las galletas están frías, es el momento de rellenarlas. Las podéis rellenar con lo que queráis: mermelada, nutella, crema, nata... Yo suelo rellenarlas con mermelada de moras.